Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on telegram
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

De Rosario, Argentina, para todo el mundo. Una de las bandas de rock en español más queridas por los fans en México visita a la perla tapatía después de 20 años de ausencia

El emblemático Teatro Diana fue testigo de un show completamente energético, lleno de rock y nostalgia pura para el alma. 

Con un inicio puntual (que siempre se agradece) a las 21:00h, Vilma Palma e Vampiros salieron al escenario soltando toda la carne al asador, con un par de sus dos más grandes éxitos, “La pachanga” y “Bye bye”, el grupo, liderado por Mario PájaroGómez, se entregó de lleno al público jalisciense, transmitiendo una energía imparable desde el primer acorde. La respuesta del público no se hizo esperar, los asistentes, emocionados, se unieron de inmediato en un solo grito, coreando cada uno de los temas a todo pulmón, como si el tiempo no hubiera pasado. El ambiente en el recinto se volvió un torbellino de emociones, donde cada estrofa fue recibida con una ovación que hacía temblar las paredes. Los más fieles seguidores no solo cantaron, sino que vivían cada nota, mientras las caras iluminadas por la luz del escenario mostraban una mezcla de nostalgia y euforia. En ese momento, la magia del rock se hizo tangible, creando una atmósfera única de complicidad entre banda y público. 

En esta gira que abarcó tres ciudades del país, Querétaro, Guadalajara y CDMX (Vive Latino), la banda trajo un show totalmente renovado, de la mano de unos visuales que hacían referencia directa a la década de los 90´s, con un frotman que indiscutiblemente sigue manteniendo la voz y esa chispa que le ha caracterizado a través de los años. 

A lo largo de casi hora y media, los Vilma recorrieron su catálogo con hits como “Travetis”, “Verano traidor” y “Voy a vos”, así como el estreno de “Me siento loco”, su último lanzamiento, del cual se proyectó el estreno del videoclip.

Antes de concluir el show, el “Pájaro” invitó al público a hacerse presentes en las plataformas digitales de la banda, para “Auto rojo” y “Mojada”, de las más coreadas de la noche.

La velada fue cerrando con versiones acústicas de “Bye bye” y “La pachanga”, complaciendo a plenitud a todo el aforo, concluyendo una presentación cíclica donde terminaron con lo que iniciaron, sabiendo perfectamente que son las canciones principales con las que se ganaron el reconocimiento y apoyo del público mexicano. El regreso de Vilma Palma e Vampiros a Guadalajara no fue solo una presentación, sino una celebración de cuatro décadas de historia, rock y cariño mutuo. Con la misma energía de siempre, la banda no solo volvió a conquistar el escenario, sino también a los corazones tapatíos, dejando claro que el tiempo puede pasar, pero el amor por la música y la conexión con su público siguen intactos. Como un ciclo que se cierra, se queda la promesa de su regreso, sabiendo que su huella en México es eterna y su música, un recuerdo imborrable.

Texto: Brian García.

Galería fotográfica: Regina Castro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Otras Publicaciones

Suscríbete 

Regístrate en nuestra lista de suscriptores para participar en nuestras promociones y recibir primero nuestras publicaciones especiales.