Sergio Kalaña regresó a México, el menor de los Eskorbutos está de gira en tierras aztecas y Guadalajara no podía ser la excepción
Hace cinco años que el último vocalista que tuvo Eskorbuto pisó territorio tapatío, Sergio Campos Fernández, mejor conocido como Sergio Kalaña, se presentó en el Anexo Independencia, para hacerle justicia a las dos placas discográficas que él grabó: Kalaña (1996) y Dekadencia (1998), así como a algunos clásicos de la banda más honrada que ha pisado este planeta tierra.
Para ser viernes 13, e ir en contra de lo apremiante, no pudo haber una mejor elección que la distorsión y el bagaje potente de La Rebeldía Punk, Los Pussies, Vómito HC, Veneno Milf y Edgar Garage Punk, anfitriones de la escena nacional que dejaron todo en la tarima.
Pasadas las 22:00h, una introducción al grito de “Ciudad conflictiva” aperturó el encuentro. Arte en la batería, Xalex Mázter en el bajo, Josh Nebula en la guitarra y por supuesto, la voz del Kalaña, se instalaron en el escenario reclamando “Maldito país”, recordando al viejo trío de Santurce, y prosiguiendo con “Es un crimen”, ante un colectivo bastante cantor.
La excusa del regreso de Sergio a este país era declamar el legado que dejó, y de buena manera dirigió “Kalaña”, “¿Por qué?” y “Una vena de la cabeza”, una tercia bastante directa.
El último Eskorbuto presentó “Cerebros destruidos” como uno de sus temas predilectos, aunada a “Historia triste”, de lo más coreado del encuentro, haciéndole justicia total al Anti-todo, pero regresando a lo suyo con “Amén”.
Los himnos continuaron, “Antes de las guerras” y “Rogad a Dios por los muertos”, se manifestaron, pero el Kalaña tenía el protagonismo en esta noche, los “Cuatreros” y “Jualma (si tú estuvieras aquí)”, canción que Paco le dedicara a su bajista, fueron las siguientes.
Por fin el Dekadencia tenía que sonar, “Nada nuevo” y “Ke putada”, fueron el único par del último disco eskorbutense, quizá algunos se quedaron con ganas de un poco más.
El bajeo en “Cuidado” es inconfundible, la advertencia, hecha canción, de los vizcaínos, es algo que todos se apropian y que cada vez que suena se vuelve algo unísono y fraternal. El recorrido continuó con “Pisotear la nación” y “Aki no keda ni dios”, una excelente dupla del disco que menos se pensó que sonaría.
Hay entes que no se pueden omitir, “Mucha policía, poca diversión”, “Enterrado vivo” y “Adiós reina mía”, fueron la tríada perfecta para concluir la primera parte del recital, pero era obvio las cosas no se quedarían así. El encore inició con las aceleradas “Os engañan”, “Anti-todo” y “No quiero cambiar”, en las cuales el pogo no se hizo esperar, pero todo lo que empieza tiene que acabar; el “Rock spain” con la concluyente “Kalaña” pusieron fin al listado de 26 temas que abordaron toda la discografía eskorbutera, y aunque el aforo no lució en su totalidad, los presentes fueron suficientes para entonar esos poemas malditos y convertir la visita de Sergio Kalaña en algo único y a la vez emotivo.
Texto: Eduardo Roel.