La banda española de punk rock regresó a Guadalajara de la mano de Radiocrimen, ante un C3 Stage que lució en su totalidad
Si se trata de tirar la casa por la ventana, Armetal Producciones lleva el dominio, pues trajeron de regreso a una de las bandas más queridas y representativas del punk rock español, El Último Ke Zierre, quienes de la mano de los bilbaínos de Radiocrimen, en su primera visita a Guadalajara, ofrecieron un recital que pasará a la posteridad de los conciertos del 2025.
La fila para entrar al recinto comenzó a darse forma desde las 19:00h, cientos de tapatíos y hasta gente de afuera, que portaban la clásica remera con las siglas EUKZ, se perfilaban para quedar hasta adelante en dicho encuentro.
El turno para Buena Mierda llegó a las 20:00h, los zacatecanos dieron sorpresa por su enérgico punk rock al interpretar la emblemática “Un puño de tierra”, conocida en la voz ranchera de Antonio Aguilar; así como los temas propios “Maldito barrio” y “La luna me sabe a poco”, dejando los motores encendidos para lo que se venía.
Un largo receso, de casi una hora, sirvió para la reunión entre amigos, pues la zona de fumadores parecía una fiesta masiva, entre saludos y risas se apreciaba que todos se conocían, o eso parecía; adentro ya no cabía ni un alfiler, el sold out era determinante para semejante evento.
A las 21:45h, desde Bilbao, se posaron en el escenario Txarly Usher y compañía, tras la leyenda en rosa de Radiocrimen y su representativo Frankenstein punk que les caracteriza. Temas como “Los chicos ya no quieren llorar”, “Alcohol barato” y “Los chicos no están bien” (original de Offspring), dieron cátedra de lo bien recibidos que fueron, pues los coros sonaban al unísono para sorpresa de muchos.
El protagonismo era evidente, el conglomerado no pudo disimular la emoción cuando “El Feo” (voz), Óscar (guitarra), “Tico” (guitarra), Pedro (bajo) y Kusio (batería), arribaron al escenario con la balada del “Otro lado de la luna”, y las estimulantes “Altero mi cuerpo”, “Confinado” y “Empacho de orfidal”, ante una ovación descomunal de todos los reunidos.
Temas como “Hasta que pierda la voz”, “Insurgente”, “Vuelta al infierno”, “Veneno”, “Mi revolución”, “Caza de brujas”, “Efímero”, “A cara de perro”, “Fiesta o duelo” y “Escupiré jodidos”, fueron hasta entonces un vaivén por toda la discografía que apenas marcaba la mitad del show.
Los himnos no paraban de llegar y “Vacunado contra la rabia”, “Soldadito español”, “Tus bragas”, “Mis calzones”, “¿A dónde vas?”, “Cedo a la provocación” y “La lluvia y el sol”, anunciaban el final, el pogo no cesaba y las voces menos, parecían las de una barra de fútbol en un clásico nacional, pero alentando de un solo lado.
Todo lo que empieza tiene que terminar, “Enganchados”, “No tengo miedo”, “Hachis” y el acertado encore con “Olor a muerte”, el “Intro” y “Yo también puedo ser malo”,del representativo A cara de perro, dieron el toque culminante donde no pudo haber queja alguna.












Texto: Eduardo Roel.
Galería fotográfica: Brenda Sotelo.